copio un articulo muy interesante y completo
fuente :
http://www.sabemosdeperros.com/index.php?pag=garrapatas
Son desagradables, molestas y muy peligrosas. Estos pequeños parásitos, por desgracia, están presentes por toda nuestra geografía y son transmisores de un gran número de enfermedades graves para nuestros perros... y para nosotros.
Durante los meses con temperaturas altas, es decir, durante el verano y muy especialmente la primavera y el otoño, las garrapatas se convierten en una fuente de problemas para los propietarios de perros. Si bien un pequeño número de estos parásitos no suponen ningún problema para un perro sano, pueden trasmitir enfermedades muy graves, incluso mortales, por lo que es conveniente evitarlos siempre.
LA VIDA DEL PARÁSITO
Las garrapatas pertenecen a la clase de los arácnidos. Su ciclo vital difiere de unas especies a otras, pero básicamente tienen fases larvarias que se desarrollan en el medio ambiente, especialmente entre la hierba. Para pasar de una fase a la otra necesitan ingerir cierta cantidad de sangre, momento en el que tienen que entrar en contacto con un hospedador al cual para-sitan. La duración del ciclo puede ser de tres meses a tres años -dependiendo de la especie-, llegando a permanecer durante diez años en ayunas, en condiciones de laboratorio. Esto explica la dificultad de la lucha y control de esta plaga.
Mientras no están en su hospedador, las garrapatas dependen mucho de las condiciones ambientales. Así, cuando la temperatura es alta y el porcentaje de humedad bajo, pueden morir por pérdida de agua, es decir por desecación. Esto explica porqué las garrapatas son más abundantes en entornos en los que las condiciones climáticas del suelo les son favorables y, a corta distancia, donde las condiciones son desfavorables, no existe ninguna.
Cuando las condiciones de temperatura, humedad y fotope-riodo -horas de luz- son las oportunas, las garrapatas trepan a la vegetación donde permanecen con las extremidades extendidas, a la espera de que pase un hospedador para -literalmente-agarrarse a él. Por lo tanto, el encuentro con el hospedador es meramente pasivo: simplemente se encaraman a él desde su posición en la vegetación, nunca lo persiguen.
Las garrapatas pueden utilizar tanto animales domésticos como salvajes para alimentarse. Normalmente los roedores, grandes mamíferos salvajes y las aves entran dentro de estos últimos. Si las aves son migratorias, son capaces de introducir los parásitos en zonas en las que normalmente nos son habituales.
La hembra fecundada, tras ingerir sangre, deposita varios miles de huevos en un entorno adecuado. La eclosión y desarrollo de las larvas depende de las condiciones ambientales, y se ven favorecidas por la humedad alta y las temperaturas elevadas. En nuestro país, el ciclo reproductor completo se lleva a cabo en aproximadamente un año, mientras que en los países más al norte pueden llegar a tres, debido a las bajas temperaturas.
En España existen diversas especies adaptadas a diferentes ecosistemas de temperatura y humedad, siendo tres especies las más importantes en cuanto a la infestación en el perro y la transmisión de enfermedades. De manera genérica las vamos a agrupar en garrapatas de zonas secas y de zonas húmedas.
GARRAPATAS DE ZONAS SECAS
La garrapata común del perro (Rhipicephalus sanguineus) está relacionada con ambientes secos de tipo estepario mediterráneo -por debajo de los 600 metros-. También se localiza en ambientes humanos -este dato es importante-, adaptándose fácilmente a los entornos de construcciones y los jardines públicos y privados, donde existe vegetación y transitan perros. Puede habitar en casas y es normal encontrarla en el interior de perreras, donde pueden alcanzar una abundancia alarmante y desarrollar poblaciones estables con ciclo vital independiente de las condiciones climáticas externas. Son activas durante la primavera para disminuir su actividad durante el verano y volver durante el otoño. Cuando habitan perreras o viviendas pueden ser activas todo el año. Por el hecho de ser los principales vectores de varias enfermedades, y por la posibilidad de vivir en los entornos humanos, adquieren una gran importancia desde el punto de vista de la salud pública.
GARRAPATAS DE ZONAS HÚMEDAS
La Ixiodes ricinos, a la que vamos a denominar garrapata negra por su color oscuro, es una de las más frecuentes en la Europa templada, y en nuestro país en la franja húmeda del norte, desde Galicia hasta el Pirineo Navarro principalmente. Su distribución está condicionada por la temperatura y la humedad, ya que mueren por desecación cuando la temperatura media sube de los 15°C y hay falta de humedad ambiental. Sus hospedado-res son la fauna salvaje -ratones, ardillas, erizos, aves...-, aunque principalmente parasitan los cérvidos salvajes y también el ganado doméstico. Tiene importancia sanitaria por ser el único agente transmisor de la enfermedad de Lyme.
También podemos encontrar la Dermacentor reticuatus o garrapata manchada, que depende mucho de que las temperaturas sean de moderadas a bajas y de que la humedad sea alta, por lo que de nuevo se la encuentra en la franja norte: Galicia, Asturias y Santander. También parásita de manera prioritaria a la fauna salvaje, roedores principalmente. Esta especie tiene preferencia por las bajas temperaturas, hospedándose en los perros desde octubre hasta marzo. Si el invierno es suave y las temperaturas no bajan de los 5° C pueden estar activas todo el invierno. Es la principal transmisora de la babesiosis canina.
Consejos para prevenir que el perro coja garrapatas
- Procurar evitar transitar con el perro por aquellos lugares muy parasitarios -como las zonas ganaderas-.
- Llevar al perro siempre protegido por productos eficientes.
- Revisar escrupulosamente al perro después de una salida al campo. Hay que recordar que la garrapata necesita varios días para inocular la enfermedad.
- Higiene en la perrera y control de la maleza en los entornos donde viven y campean los perros
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TRANSMISORAS DE ENFERMEDADES
Un perro sano soporta sin problemas una pequeña cantidad de garrapatas. Pero, como hemos visto, uno de estos parásitos puede succionar una sensible cantidad de sangre. Por ello las infestaciones importantes pueden debilitar mucho al animal, y con ello predisponerle a padecer enfermedades importantes e incluso conducirle a la muerte por anemia.
La importancia epidemiológica de las garrapatas estriba en la posibilidad de transmitir enfermedades realmente graves para los perros -¡y para las personas!-, y que muchas veces pasan desapercibidas para el dueño. A continuación las analizamos.
BABEOSÍS CANINA
Está distribuida a nivel mundial y es producida por un parásito que destruye los glóbulos rojos de la sangre. Es importante saber que el parásito realiza el final de su ciclo en las glándulas salivares de la garrapata y se ve estimulado por la alimentación de ésta. Por ello, una garrapata no inyecta la infección hasta que no lleva entre 48 y 72 horas alimentándose del perro.
Le enfermedad es endémica en toda España. En la zona norte, la zona húmeda, es transmitida por la garrapata negra, y en el resto, la zona mediterránea, por la garrapata común del perro. Hay canes inmunes a la babeosis y otros sensibles. Sabemos que los jóvenes -entre los dos y los ocho meses- están más indefensos ante esta enfermedad que los adultos. El cuadro clínico suele ser agudo y cursa con dos o tres días de anorexia, abatimiento, a veces vómitos, y fiebre alta. El síntoma más característico de la enfermedad es la orina oscura, debida a la destrucción de hematíes, y el color amarillento de las mucosas por el aumento de la bilirrubina.
El diagnóstico a tiempo es importante para conseguir la cura del perro. Actualmente se utiliza diferentes productos entre los que destaca el Imidocarb -Imizol-, que resulta muy efectivo. Si la enfermedad está avanzada, cosa frecuente en los perros de caza, es importante el tratamiento de los síntomas colaterales. En los animales muy afectados, con una destrucción masiva de la sangre, las transfusiones son vitales y muy efectivas.
ENFERMEDAD DE LYME
Está causada por un microorganismo llamado borrelia, y se considera la enfermedad humana transmitida por garrapatas con mayor importancia a nivel mundial. Esta enfermedad es trasmitida por la garrapata negra, por lo que se encuentra distribuida por todo el norte de la Península, la zona húmeda y fresca donde habita esta especie. La enfermedad cursa de nuevo con apatía, inapetencia y fiebre, aunque el principal síntoma es la cojera, rigidez de los miembros y dolores articulares en los perros afectados. El tratamiento se realiza con antibióticos.
EHRLICHÍOSIS CANINA
Enfermedad trasmitida también por la garrapata común del perro y distribuida por toda España, incluidas Canarias y Baleares. En la Comunidad de Madrid el 6,5% de los perros son seropositivos -han estado en contacto con la enfermedad-. El cuadro clínico incluye apatía, anorexia, fiebre, pérdida de peso, hemorragias, aumento del tamaño del hígado y bazo y afección de los ganglios linfáticos. También pueden verse afectados los ojos, con conjuntivitis y hemorragias. No obstante el cuadro clínico es bastante inespecífico, aunque lo más destacable pueden ser las hemorragias, a veces como simples manchas rojas en la piel y mucosas. El tratamiento es a base de un antibiótico, la doxiciclina, durante un periodo de tiempo largo.
FIEBRE BOTONOSA MEDITERRÁNEA
Es la de mayor importancia en la cuenca mediterránea. Producida por organismos de la familia de las rickettsias, el transmisor es la garrapata común del perro. En algunas zonas el 20% de las garrapatas pueden estar infectadas y afecta a personas. En las zonas donde la enfermedad es endémica, entre el 8 y el 26% de la población humana puede ser seropositiva. En los humanos aparece una mancha oscura, casi negra, en la zona de la picadura. En el perro tiene poca importancia porque la infección no da síntomas, y no se le considera como el reservorio de la enfermedad. Su importancia estriba en que el perro es el portador, en el entorno humano, de las garrapatas infectadas.
PROTEGE A TU PERRO
En la actualidad existen productos muy efectivos contra las garrapatas. El uso de los collares antiparasitarios o pipetas está muy extendido y es imprescindible para todo propietario que quiera proteger a su perro. Algunos de los productos actuales más eficientes son: Preventic (Amitraz) -laboratorios Virbac-, un collar antiparasitario que dura cuatro meses; Scalibur (Deltametrina) -lab. Intervet-, collar de seis meses; Kiltix (Fumetrina) - lab. Bayer-, collar de seis meses; Frontline (Fipronil) -lab. Merial-, spray y pipeta de 1 mes; y ExSpot (Permetrina) -lab. Boheringer-, pipeta de 1 mes.
CONTRÓLALAS EN SU HABITAT
Una sola garrapata hembra puede llegar a poner miles de huevos. Estos permanecen en el medio ambiente -campo, jardines, perreras o en nuestras viviendas- hasta que se dan las condiciones oportunas para su eclosión. Por ello, una parte importante de la lucha contra éste parásito es su control en el medio donde se mueve el perro. En primer lugar hay desinfectar y desinsectar las perreras. Además, si disponemos de un jardín o terreno por donde deambulan nuestros perros, debemos controlar la hierba desbrozando con regularidad para evitar, en la medida de lo posible, las condiciones óptimas de humedad y temperatura para su desarrollo. Desgraciadamente, en la actualidad no existe ningún producto (como ocurre con las pulgas) capaz de romper el ciclo de reproducción de este ubicuo parásito.